El presidente mexicano es así: A veces habla como pastor religioso; otras se comporta como joven chabacano, que no da importancia a las cosas (de Estado); unas más se siente CPU, que siempre almacena sus propios datos, y en otras ocasiones, generalmente son las más, es retador, provocador, como bravucón de taberna.
Ello viene a cuento porque tras llegar al Aeropuerto Internacional de Oaxaca, ahora sí, siguiendo los protocolos sanitarios para prevenir casos y contagios de coronavirus, al licenciado Andrés Manuel López Obrador le fue tomada la temperatura con un dispositivo electrónico, el cual reportó 35.6, por lo que enseguida el presidente de la 4T, aseveró:
¡Tengan para que aprendan!
¿TOS O FIEBRE?
Amable, el empleado que le tomó la temperatura le preguntó a López Obrador si había tenido tos o fiebre durante la última semana,
Nada, nada, respondió el mandatario, quien preguntó por su temperatura, “¿cuánto nos dio?”, y el empleado le dijo que 35.6.
Enseguida, en compañía del joven mandatario oaxaqueño, Alejandro Murat, de extracción priísta, el Ejecutivo de la Nación, como si hubiera salido de una cantina, con los cuates, y no estuviera con la presencia de periodistas, aseveró:
¡Tengan para que aprendan! y ¡Tómala!
Como medida de prevención ante el coronavirus, al presidente @lopezobrador_ le fue tomada la temperatura con un dispositivo electrónico, el cual registró 35.6 #Video: @pedrovillaycana pic.twitter.com/HvWKReMD7c
— El Universal (@El_Universal_Mx) April 1, 2020
Este miércoles 1 de abril AMLO estuvo en Tlaxiaco, donde reinauguró el hospital rural IMSS Bienestar.
